jueves, 28 de abril de 2022

Crónicas sincrónicas

 Es increíble lo que logra el cuerpo, cuando tienes problemas de dislexia, aprendes a admirar aquello que quisieras lograr y que por miedo o falta de arrojo, tiempo o cualquiera sea el motivo de la decisión no intentas. 

llegué a la clase casi en tiempo, las chicas al apreciarme con el pedestal del flash me vieron con un poco de desconfianza y no está de más, muchas de mis amigas y conocidas han tenido malas experiencias con fotógrafos... la clase empieza rápido, con estiramientos muy precisos, que la Maestra Renata Pinal va supervisando alumna por alumna.

 al principio me siento un poco fuera de lugar, no querer cruzar los límites del respeto a la imagen de cada persona siempre me crea un conflicto, puesto que se suelen hipersexualizar las actividades físicas y lo cierto es que me sentía bastante deslumbrado con la capacidad de las mujeres presentes y su corporalidad, lo cierto es que pretendía que las fotos fueran un registro lindo de la clase y mi intención nunca es invadir, al contrario a veces busco salir de ese límite que te ofrece tener una cámara.

últimamente me duele la corva, y es Increíble lo que logra el cuerpo, como observador siempre me siento un poco distante, si bien la cámara es un pasaporte también puede ser un límite te digo, que si no se sabe entender puede marcar una espacio impersonal. 

después de los estiramientos, empiezan a colocar los aros, y las telas para el entrenamiento. hay cosas que me parecen bastante interesantes en el comportamiento humano, y ahora que llevo un periodo breve entrenando karate con uno de mis mejores amigos en la azotea, y con  Raúl, acondicionamiento físico, otro gran maestro,  no solo aprendo busco tener fuerza en el cuerpo, por si la vida lo requiere y no debo ser pasivo, también entiendo que los logros son intangibles, cada cuerpo tiene su propio límite, pero la mente siempre tiene voluntad, y lleva a los cuerpos a tener otros límites, a los que a veces uno mismo no creería, ni siquiera que podría pasar. 

y es así, las fotos que se buscan generalmente son una figura bonita, sonriente y radiante en el umbral del límite del propio cuerpo, y eso es fácil de lograr, un ángulo distinto, sonríe, click click. y supongo que también lo hice, pero si escribo ésto es para honrar otra cosa, que no es la pose a la que se llega, porque la vida realmente es ese lapso en el que se lleva al cuerpo del límite a esa gloria, ese momento que puede ser inmortal en la propia vida a través de una imagen,  pero el logro no es eso te digo, puede ser el objetivo, pero la gloria es esa cosa que cada una de las chicas llevaba encima en cada estiramiento, en cada mueca que representaba el esfuerzo real que las llevaría a ese instante, efímero al que llaman gloria.

es increíble lo que logra el cuerpo te digo, pero también lo es, al menos para mi la existencia más allá de la voluntad y la capacidad de un maestro, en éste caso una gran maestra, quien no solo orientaba y medía las capacidades individuales, comprendía el momento de exigirles un poco más a las alumnas, también de confiar en ellas, y que sintieran en si mismas esa confianza, soy un paria te digo, uno con suerte que ha tenido grandes maestros y maestras, que me han enseñado a perderle el miedo a mis límites, que si bien son más grandes que los de otras personas, también al verlas, lograr, el hacer, para ser, y generar comunidad entre ellas confianza y apoyo, conozco los rostros de trance cuando se une el cuerpo y la mente, cuando un ser ha vivido cosas extremadamente difíciles la búsqueda es, como lo vi en ellas, recorrer más allá, el propio límite y por fortuna, siempre habrán maestrxs.







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