viernes, 28 de febrero de 2020

saturniña



déjame darte un verso de electroschock,
la ausencia anuncia a tu figura como los rayos presagian tormentas,
y es difícil verte arder de memoria,
me ciega tanta luz,
me dices que ayer quemaste el atole,
y cómo no creerlo, 
vives ardiendo, 
tu piel calienta mis ojos cuando te miran,
calientas mi boca,
calientas mi pubis,
con un solo respirar haces que el ártico se transforme en incendio.

y mi corazón es un bosque,
de solo verte la fauna y flora que me habitan tuvo presagios del fuego
y ahí estaba, sobre tu piel de saturno,
yo que no recordaba el deseo más que lo que leí en los textos,
estaba sobre ti tormenta,
eléctrica,
con una sombrilla y traje de astronauta,
estupefacto,
impávido,
tu con solo enseñar los dientes dices mi nombre y exploto,
yo a veces solo sé reir en las tormentas.

venía de la cuna de lo que esconde el oscuro universo,
de restos y rastros,
de muerte y hartazgo,
pero en cada rincón que me busco hay un trozo tuyo,
y tu piel me rasga hasta salirse mi sangre.

 tu sonrisa me sostiene como un mantra,
y el abrazar en calma después de ser maremoto y tornado,
me levita,
delicadamente en el sueño.







jueves, 13 de febrero de 2020

Ám-a-tame a versos



Me dices que romantizo el amor,
 a mi
al que nunca le regalaste flores.

me dices que le tengo miedo al amor,
que no sé morir de amor,
pero que no viviré de amor,
dices,
 que no sé vivir,
 amor.


Y
que no sé matar de amor,
que solo sé del amor lo que he escuchado
que en el acento de mar,
solo he vivido el amar,
en poemas,
pero yo solo quiero amanecer
y que me regales flores

dices

y juras,
que no saboreo las palabras con el dulce paladar del palpitar,
me dices que sé del viento, solo, lo que leí en los libros,
y que repito 
como fórmula,
como regla,
una ecuación de secundaria,
cada poema,
dices,
que no sé ver del viento,
lo que la poesía lee de ti.

y yo,
que solo quiero sentir del mar
el palpitar del paladar 
cuando degusto tu boca


pero después,
 desapareces.

presencia es persistencia,
y a cada paso claudicas,
y te asustas y ausentas,
y me asustas,
me ausentas,
me mandas a la banca,
a enfriarme,
a jodidamente matarme de insomnio,
y amarrarme
la lenguay los dedos,
darme,
el deseo que no me mira en ti.


yo que no he cometidos errores,
yo
que soy el error mismo,
yo,
 que no sé del tiempo más que lo que he visto éste día,
y no te vi a ti
corazón,
ya no te veo.

y mejor me voy,
despacio,
con la fragilidad de un tigre,
al que nunca le regalaste rosas.

que no construyo el amor,
que no hay puente
 que no hay
nada.

y voy que me invento soliloquios para invitarte 
a la vida y la conviviencia,
a la cotidianidad y en la mira,
de sencillos horizontes,
que no solo sirvan pa' andar

yo,
ya no quiero ser un kamikaze,
ni un astronauta,
ni el niño que regala flores y piedras
el que caminaba en el quicio,
el que tatuaba de flores la cama.


pero tampoco,
quiero hacer sangrar mis manos,
amar a medias o en lo oscuro,
porque dices
y juras,
que estoy a medias,
a medio brazo de distancia,
a medio mediocre metro de la cama,
a medio morir,
a medio vivir,
a medio triunfar de tus ojos,
y  fracasar en los actos,
que para ti,
lo que es amar,
es tener
cero abrazos en brazos
pero un crédito ilimitado en el banco.

y solo sé que te quiero llenar,
ahora que me dejaste vacío,

y en cada representación tuya,
en cada noche
soy que vuelo y viajo kamikaze


me dices padre,
añades malo  e inconsistente,
me dices 
ciego,
incongruente,
inconsistente,
inconveniente,
 me dices escupiendo gritos,
ardiendo en reproches,
por haber aprendido a abrazar antes que acaparar,
dices 
y eres injusta,
que eso que llaman ser,
depende del poseer,
del acumular,
de acaparar
y que dar es un acto siniestro,
en el que solo cabes tu,
y que los que dan no merecen,
que es su labor.

no pude terminar éste texto,
de tiempos inciertos,
de lunas de antaño



Ám-a-tame a versos




martes, 11 de febrero de 2020

anónimo



no hay palabra absoluta,
y yo solo tengo ésta tristeza complicada,
tengo niebla en la memoria,
solo así aprendí a vivir,
llevo cargando olvidos,
olvidé los nombres y las risas,
las cartas, 
las fotos,
las amantes,
por tanto,
las amadas,
llevo olvidando a mis muertos,
décadas de amor,
llevo mi búsqueda de presencia,
en la persistencia.

He buscado ser solidario,
con las causas y con los justos,
y vivo con la intensidad de fuego
como ráfaga de viento,
he cargado mis ojos de mar,
para echarme a andar.

pero,
no hay silencio absoluto,
y me convenzo del olvido,
de las cartas y las fotos,
de las amantes y las amadas,
he olvidado por tanto los sueños rotos,
aunque me acechan el insomnio y las pesadillas.


soñé que nadaba en su sonrisa de plata,
y no supe nunca quien era,
o si en alguna de ellas,
si fue ella,
por eso  me cansa éste desvelo,
que devela la mayor tristeza,
que se apaga y se arropa,
mi deseo de amar.

ésta noche sueño con muertos,
con cádaveres y niños,
 jugando

he buscado para hallarme,
pero resulta que siempre estoy un poco más allá,
que no me alcanzo,
que no me basto,
me he hallado,
perdido
y me he callado el olvido,
de mi propio nombre,
y tengo miedo de olvidar,
qué es amar.




sábado, 8 de febrero de 2020

cero punto cero




en algunas civilizaciones no existía una representación del cero,
en algunas, 
las más civilizadas que les dicen,
aprendieron a representarlo,


cero,
ausencia.

¿cómo representar el hueco?

en algunas civilizaciones veneran al uno,
 individualismo le llaman

y celebran su triunfo


quizá no representar el cero haya sido el verdadero triunfo,
al no saber de la ausencia se llena un hueco,
o sobra un hueco,
que es otra manera de faltar.


te llevé a casa
y mis ojos incineran los gritos en una lágrima,
absoluta.

cero te digo
...
..
cero . cero

hoy nadie me pateará en la cama,
busco en hallarme en la búsqueda de ausencia,
hoy nadie me abrazará en la cama,
 busco hallarme en la ausencia de búsqueda,
hoy no vi tu risa al despertar,
hoy soy la ausencia del despertar de tu búsqueda,
cero te digo,
hoy no soy nadie,
soy ausencia.








 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...