todas las canciones de amor hablan de ti,
todas las velas encendidas tienen tu recuerdo,
todos los poetas te han dedicado versos
y hoy,
no puedo pedir que te abandonen.
todas las flores de abril se abren a tus ojos,
cada cuento te menciona,
cada cuento te menciona,
cada.
cada bocado me sabe a tu mano,
y apenas pruebo la comida,
cada suspiro, cada bocanada,
y como siempre,
en cada boca-nada se me va la vida.
en el recuerdo de mi cuello,
en la caricia de tornado,
en la memoria,
del tacto.
en cada vaho,
cada desplante,
en cada arranque silente,
en nueve horas de carretera hablando de ti,
en recorrerte de memoria,
en el error,
en el acierto,
la broma,
la complicidad,
y en lo incierto,
de las certezas que arrancaste,
todo el silencio grita tu nombre,
y cuando mojo mi rostro,
las gotas son el vaho de chocolate que te acarician después del baño.
toda puerta cerrada es la tuya,
cuando no querías bañarnos juntos,
todo desayuno.
si hay algo perfecto y preciso es tu aroma,
que por fortuna no existe en otro sitio,
más que en ti.
más que en ti.
te veo en pantalón rojo y corriendo,blusa corta,
feliz,
cuando te acercas, en ese desconcierto a abrazarme,
me despierta la jodida taquicardia,
y una puta almohada rota.
los rituales de mañana,
el contarte mis días,
porque mis días hablan de ti,
aunque ya no los cuento,
de algún modo te los cuento en mi silencio.
aún cuando hiciste el acto maravilloso de la prestidigitación,
el de la desaparición,
sigues aquí.
sigues aquí.
cada cinco minutos esconden una eternidad completa,
y solo queda agradecer,
aceptar
y agregar,
éstas eternidades de tu ausencia,
por lo que valió la pena.
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