ella juega,
pero no sabe que en el lapso,
entre el aire y el piso están la vida y la muerte.
Caliope,
corre incesante,
ingenua del terror que causa,
juega,
y en el instante que brinca
y cae
está englobada la eternidad,
y su inocente malicia.
en cada músculo y su historia,
su necesidad,
en cada greca en sus ojos,
en cada punto de su adn,
en sus reflejos,
en su necesidad lúdica de cazar,
está la poesía perfecta que no podría decirse jamás.
tres millones de años avalan su perfecta belleza,
su inocente malicia,
su jugar a la vida abrazando la muerte,
como una niña.
podría ser en efecto un poema,
o la musa de las musas,
o podría ser que mi gata cazando un insecto,
bailando con el tiempo,
con el viento,
cruzando el fuego de mi cigarro,
en un aquelarre maldito
y bendito,
enseñándome lo simple de la vida
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