El tiempo y la distancia son calculables para un cosmonauta,
he escapado a los cálculos biliares,
a la matemática bruta y precisa del amor.
distancia,
distante.
he aprendido a hablar,
a usar esa vestimenta del alma,
la casa no es cálida,
y percibo los cuerpos distantes,
las manos distantes,
las mentes distantes,
distintas.
aprendí a correr con el viento,
a huir aletargado de desierto,
pero no hay otro hogar adónde huir.
estás sin estar,
quizá solo espero que el tiempo quebradizo se rompa
y puedas decir sin ataduras
silencios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario