algunos días,
de esos,
los difíciles,
los días en que el trabajo cansa de más
y el esfuerzo se ve de menos,
me asomo al cielo
y observo aviones de papel.
esos días,
en que llevar verdades a la mesa,
exponer ésta tierra de flaquezas,
fotografiar a la muerte en la esquina,
ver de cerca la vida,
sentir pasos,
me asomo al cielo y pienso en esos pilotos,
fugaces.
siempre he admirado a los kamikazes,
ese afán suicida,
de no doblarse a la muerte
aventarse de frente,
sin otra espectativa,
que ganarse,
ese pedacito de universo que decidieron colgarse,
como insignia.
el fin de su búsqueda,
puede ser estúpida,
como el fin de la búsqueda de cualquier otro,
pero su disciplina,
la lealtad al propio honor,
contra todo instinto,
y lanzarse,
kamikaze por el aire.
quizá aún zurcan el cielo
.
hay días de esos,
los difíciles,
en los que pensar que actuar de ésta forma,
antiética,
es una garantía,
suicida,
irreductible.
bien pienso,
que no es por uno,
es por dos
o tres
que amo,
que vale la pena ver el alba,
darles un sitio lindo para habitar.
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