Tengo un café en la mano
Y la alegría que me esperas en casa,
Con tu risa, con tu canto,
Con tus dudas,
Con tu amor.
Te esperaba,
Ansioso,
Gustoso,
Te esperaba la vida,
¿Qué son tres días de ausencia entonces?
Han sido eternidades,
Agonías.
Te cociné,
A fuego lento,
Esperando las brasas de tus brazos,
Para despedirme del insomnio.
He usado tu nombre en mis labios para masturbarme,
No pude coquetearle a la soledad,
La sombra de la sombra en la casa,
No aparece sin ti,
No hay calma,
No hay tormenta
Y la cama es un iceberg.
No sé qué hago aquí,
Escribiéndote en papel,
Cuando lo que quiero es escribirte textos bajo la piel,
En el alma.
Te he esperado eternidades,
Tus pezones son saturnos con sus lunas,
Tus ojos constelaciones y universos,
Quisiera no salir de cama,
Alistar la cámara,
Montar en la bici,
Ir al trabajo,
Contar las estrellas diurnas en la teja,
No concibo la vida,
No concibo la muerte,
Ni siquiera la suerte,
De-construirnos.
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