martes, 14 de febrero de 2017

siempre llueve



¿si incito a las letras para que me digan algo?
y si tiento mi suerte
y pronostico el clima.



antenoche dije que llovería
y el sol se asomó,
se asomó la luna.

ayer le hablé al sol
y hoy llueve,
veo relámpagos en la  ventana,
en la oficina,
 llueve,
caen de memoria
sobre tus labios,
gotas tristes.

has expulsado un par de lágrimas al decirme tus miedos,
he tratado de darte calma,
yo que tengo la inocencia maligna del viento,
de un niño,
del tiempo,
que he depositado en éste cuerpo etéreo,
todas mis soledades.


es irónico el amor.         
y                                                                                          
                 en la oficina llueve.


anoche ardían las cobijas,
me sofocaba,
acá me falta tu calor.

quisiera darte calma,
abrazarte después del alba,
permanecer
en
cama,
no ir a trabajar.


pero llueve en la oficina
y no sé de dónde parte el autobús para la casa
viene el tiempo tortuga,
la eternidad cinco minutos,
viene niño su primera rosa,
viene tormenta y viene en calma,


y yo,
sin miedo,
solo quiero amarte despacio,
por el tiempo permanente y permisivo ,
que suele arrebatarse y me arrebata.






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