viernes, 2 de diciembre de 2016

Salsa de Tomate




he escuchado del frío en primavera,
pero hoy siento calor casi en invierno
y no estoy preparado.


preparando,
lo que me enseñaste a cocinar hace unos días,
te explico,
que estás presente,
soy inclusivo contigo en tu ausencia,
no estoy hecho para coexistir todo el tiempo
y me cuesta decirte que te quiero
así, 
a mi modo,
aunque hoy no quería verte.

le he añadido un par de cosas a la receta,
un poco de atún por ejemplo,
cambié el queso,
y le puse ajo,
aunque ese no me gusta,
pero me sabe rico a tu compañía,
aunque hoy realmente no quería verte,
estás cerca
tal vez tampoco entiendo.

no quiero robar tu tiempo,
la vida es eterna en cinco minutos,
también pretendo respetes mis eternidades,
no quiero que haya guerras en la cocina.


mis padres arrojaban los platos,
vi esos huevos a la mexicana estrellarse,
olímpicos,
en la ventana.

así aprendí de la cocina el arte de la guerra fría
y como tratado de paz empecé a comer solo,
recuerdo a "juguete",
gato pinto que desde su primer día en casa,
jaló su comida abajo del sillón para no ser molestado,
en ese enigma,
descubrí el mayor tratado de paz 
interior,
cenar
solo.





como todo adicto,
tóxico,
he aprendido a sustituir cosas en las recetas,
en su momento coca y bicicleta,
marihuana y cerveza,
después café con cigarro,

y así.

cocí diferente la cebolla,
igual machaqué los tomates,
solo una pizca de sal. 

tal vez no entiendas bien que no estoy preparado,
pero sigo preparándote la cena,
aunque hoy no quiero que cenes conmigo,
veo la guerra fría preparándose en la casa,
no quiero ser quien prepare la salsa,
tampoco el que rompa las ventanas,
no quiero huir por costumbre al drama,
me asustan mucho esas tristes despedidas,
en que no entiendo qué ingrediente falta a la mesa,
no quiero que vengas aunque preparé la cena,
por hoy así está bien pensar en ti.


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