sábado, 26 de noviembre de 2016

Caperuzas



el lobo es un caos,
apenas se lame las heridas para despertar,
la caperuza,
acomoda en su canasto,
desde las frutas hasta las memorias,
en cada rincón,
sabe organizar la alegría azul,
contrastante.  

él,
se lame por costumbre,
despierta con desgana,
de ser condena el exilio a su manada,
viejo-joven estepario,
bebe por costumbre,
fuma por costumbre,
vive por costumbre.

el abrevadero,
para ella,
que se sabía con la gracia del mundo,
con la inteligencia ingenua del mundo,
con el amor inexplorado del mundo,
el abrevadero y su reflejo,
del mundo.

la niña,
 en su reflejo,
podía ver el curvilíneo desdoblamiento de la tierra,
pero solo era un ojo,
fascinado.


ella se sabe frágil,
él camina herido por costumbre,
"y cuídate de los lobos"
fue la última sentencia de la abuela a Eris.


y puedo caminar solo en las estepas,
beber de manantial,
abrevadero fantasma,
sed de animal.

hay una simbiosis,
Mortal    
  entre caperucita y el lobo,
quizá la más auténtica.

la niña,
fascinada en su reflejo,
podía ver la curva del mundo,
pero era solo un ojo,
él,
   estupefacto.

pudo teñirse de sangre la caperuza,
no lo sé.






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