viernes, 5 de agosto de 2016

¿Adónde huye secretario?



Porqué renuncia secretario?

¿No le basta tanta sangre?
Tiene el descaro de irse antes que el barco
¿Qué le falta por robarnos secretario?
Ya se llevó la paz
Y ahora se va, campante.

Se lleva la sonrisa enterrada,
Lapidada,
Quemada,
Secuestrada.

Señor secretario de seguridad.

En su renuncia se lleva a mucha gente lapidada,
Se roba desde su oficina los gritos de mi rebeldía,
Se fue llevando nuestras flores de la primavera,
¿Porqué huye?


¿De Los gritos como un eco encasquillados?
¿De Las risas infantiles que no llegan nunca más a casa?
Todos sabemos de sus atrocidades secretario
"Intelectuales"
Y ahora es como las ratas que abandonan un barco,
Que se hunde,
Que usted hundió.

¿Qué se lleva en escape?
¿Qué le falta por robarnos?
Ya se lleva nuestra risa secuestrada,
los gritos implorando y maniatados,
Le quitó su balanza a la justicia
¿De qué huye?
¿Porqué escapa?
Si los casquillos de las balas no resaltan,
De ser la mano asesina de éste estado,
¿Porqué usted nunca da la cara?




Cuando a nosotros nos traslapan,
Nos mandan al frío archivero a morir doble y enterrados,
A empolvarnos ya quemados.


¿Qué hará con sus sicarios secretario?
Ahora que sabrán todos sus verdades,
Espero tenga miedo secretario,
El mismo que nos enterró con sus machetes,
¿O ya se olvidó de un 5 de junio en mi xalapa?
De mi rubén y de mi nadia,
De esas cifras frías que en cada una tenían rostro,
Pero no,
Ese aún no es su rostro.


¿De qué huye?

De nosotros que tenemos en la herida abierta y nuestras llagas,
Todo lo que pretendió callar,
Ahora cómo ocultar el genocidio,
El ecocidio de matar flores en la primavera,
Huyede lo que no pudo comprar
Que tuvo que mandar a matar,
Dejarnos frios,
De lo que no pudo robar,
La dignidad.


Espero que disfrute su buen vino,
Que se compró con ese buen secuestro,
Del que mi vecina nunca regresó, aunque pagó el rescate,
Espero tenga el mismo aroma a semen con que hallaron a esa niña,
¿Acaso lo olvida secretario?
Acá no está bebiendo la vid de un buen viñedo,
Cada bocado y ladrillo de su imperio,
Fue hecho construido con un muerto,
Con dolor,
Uno muy fraguado,
Su opulencia le viene bien y espero tenga miedo,
Ahora que sus títeres lo buscan como presa,
¿O acaso no sabía que el dinero es traicionero?
Acá nos quedamos con todos su sicarios,
Algunos ya estan calientitos de tan fríos,
¿Acaso no sabe a extorsión cada moneda?
Espero duerma bien por ésta noche secretario,
Y que le sean FIELES sus sicarios.



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