jueves, 30 de octubre de 2014

padre nuestro



 Vénganos padre,
padre tiempo,
padre furia.
Si, a nosotros,
que en cada cuerpo que se va,
en cada ausencia que nos llega,
haya una nueva acción no reprimida,
vénganos dios letra,
dios tecla,
que en éste país no hay justicia,
háblales de nosotros señor barquero,
de cómo honramos la memoria,
solo somos llama en la eternidad,
que de nuestro fuego se iluminen los caminos,
de los que vienen.

Habrá tiempos de cosecha,
para los que sembraron cuerpos,
nos sembraron vivos,
nos mataron esperanza,
ahora que somos su enemigo,
y no tenemos nada que perder.

Sangre de dios,
ruega por los otros,
hay tiempo para la justicia,
hay tiempo para la templanza,
También tenemos  manos dignas que buscan la venganza
no perdones nunca  sus ofensas,
a éste pueblo cansado, de cerrar con candado cada boca,
te rogamos señor,
no nos dejes perdonar a los que nos ofenden,
porque no solo es ofensa la muerte,
que reclamaba justicia,
líbranos de la mediocridad,
de que la tinta sublime a los asesinos,
líbranos de corromper el alma.
Permítenos cuidar de nosotros,
de cuidarnos como manada,
la hermandad en bandada,
que corre por las calles gritando fuego,
te rogamos,
 nos permitas incendiar el cielo
y nos perdones por ello,
así como nosotros te perdonamos,
por abandonarnos señor.

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