Vivo mis duelos en
intensidad de fuego,
la pirotecnia del abismo suele iluminar las noches,
prometí no escribirle más que ésta última línea,
te quise y si te quise,
como solo puedo hacerlo,
con la intensidad del mar,
con la calma del desierto.
lo demás no habla más de ella,
ni de como la vi y perpetró mi pecho,
hablo del acecho,
vil y mentiroso de la soledad.
soy un habitante pasajero,
etéreo, homogéneo, fugaz volátil viento,
ésta noche soy violento,
con cada verso que me escupe,
de la poca paciencia incierta,
sé mis recetas para condenar a los amores al olvido,
me receto besos de vez en cuando,
me aparto entre los muslos inquietos,
muslos conocidos que desconocen de mi llanto,
que en ese manto nos usamos sinceramente.
me receto horas en la bicicleta,
beber café con delicados,
humos en voluta de soledad que brota,
y suspiros,
evadir los encuentros de forzosas explicaciones,
agradecer que me regalen letras y palabras,
el aliento de reconocerme en viento,
lo que conozco de memoria,
no moriré por saborear la falta de victoria,
porque con el tiempo,
uno aprende,
a reconstruirse de memoria.
la pirotecnia del abismo suele iluminar las noches,
prometí no escribirle más que ésta última línea,
te quise y si te quise,
como solo puedo hacerlo,
con la intensidad del mar,
con la calma del desierto.
lo demás no habla más de ella,
ni de como la vi y perpetró mi pecho,
hablo del acecho,
vil y mentiroso de la soledad.
soy un habitante pasajero,
etéreo, homogéneo, fugaz volátil viento,
ésta noche soy violento,
con cada verso que me escupe,
de la poca paciencia incierta,
sé mis recetas para condenar a los amores al olvido,
me receto besos de vez en cuando,
me aparto entre los muslos inquietos,
muslos conocidos que desconocen de mi llanto,
que en ese manto nos usamos sinceramente.
me receto horas en la bicicleta,
beber café con delicados,
humos en voluta de soledad que brota,
y suspiros,
evadir los encuentros de forzosas explicaciones,
agradecer que me regalen letras y palabras,
el aliento de reconocerme en viento,
lo que conozco de memoria,
no moriré por saborear la falta de victoria,
porque con el tiempo,
uno aprende,
a reconstruirse de memoria.
Porque no le juego a
las escondidas con el tiempo,
cuando decido es un pie tras otro pie,
un día a la vez,
y como siempre antes de cometer una aberrante locura,
me digo,
hazlo sin temor a equivocarte,
cierra el puño y frente en alto,
que del digno acto de decidir la retirada,
también se han plasmado a la posteridad algunas victorias.
cuando decido es un pie tras otro pie,
un día a la vez,
y como siempre antes de cometer una aberrante locura,
me digo,
hazlo sin temor a equivocarte,
cierra el puño y frente en alto,
que del digno acto de decidir la retirada,
también se han plasmado a la posteridad algunas victorias.
Me receto la tinta
ésta noche,
mirar la luna que se difumina por las nubes,
respirar.
mirar la luna que se difumina por las nubes,
respirar.
determinar el duelo,
seguir digno el vuelo a ras de suelo,
reconstruir,
andar.
andar.
Andar..
ResponderEliminarcon un pie tras otro pie... no hay más
Eliminar