viernes, 5 de septiembre de 2014

cadencia



es imposible no mecerse bajo la cadencia de una estrella,
es que vamos,
 uno ha tocado cuerpos
y a veces se ha incluso palpado almas
pero esa estratosférica sensación: 
suprahumana,
sublime,
cuántica,
que dejaría boquiabiertos
 a los más doctos especialistas en la materia y espíritu,
si ellos tuvieran la capacidad que hoy me adjudico,
de tocar bajo el ombligo de una estrella,
el absoluto universo,
porque solo si uno se ha colgado bajo el vaivén de su vientre,
solo así puede decir que uno ha conocido el paraíso.

tu nombre me va cegando,
con cada historia 
y cada trozo que va formando tu rompecabezas,
el más humano de todos los rompecabezas,
es más,
 el término rompecabezas es absolutamente irreverente,
debería ser algo como: formador de almas.

si uno solo puede darle a esas piezas forma de un alma,
de la pieza más humilde a la más compleja,
quedaría estupefacta cualquier otra forma de amar,
por que desde antes de tocar tu cuerpo me tenías adentro,
y tan adentro me habitaste,
 que la conjugación máxima de tus senos paraíso, 
y descender cuasi totalmente a los túneles
a las catacumbas de lo más sagrado de un templo,
y así decirlo pues,
solo así decirlo de una manera tan cursi que jamás había entendido,
nunca entendí el concepto tan por demás sublime,
y que vulgarmente llamamos hacer el amor.




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