No me gusta ser el dueño de mis soledades,
No me gusta éste fraterno egoísmo,
No pretendo habitar el abismo,
Y sin cinismo, te diré,
aún con unas de mis verdades a medias,
Uso el sentido común para transgredir algunas reglas.
Borda tus manos conmigo,
Hoy me resplandece tu voz,
Tu belleza me hace sentir frágil,
Sé que no hay malicia en tus manos,
Tal vez a la involuntariedad de los daños,
A lo que le temo,
Al daño involuntario, a quemarropa,
Del que uno no esta prevenido.
He quemado la hojarasca,
Hoy mis manos huelen a maple,
Y la boca no sabe a plomo,
El óxido de olvido se lava en nuevas emociones,
Y el enamoradizo devenir de tu boca
Quiero creer que eres tu a quien espero,
Que los silencios de los que se bañan mis noches,
Serán armonizados por tu canto,
Y sin dulce llanto te diré:
Quiero volar con tus manos.
Espero la noche éste día.
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