jueves, 10 de abril de 2014

Cabalgar dragones

El oficio de jugar no es sencillo,
Cabalgar dragones
Y Descubrirlos en las nubes,
Me abrazas en cada detalle,
De casa al valle,
De la risa  que es correr.

Hoy corres, tanto como yo y un poco más,
Brincas alto aún un poco de mi mano,
Y encestaste tu solo una canasta.

Esa debilidad frágil de temerle a las alturas,
De adentrarse en un submarino en los lagos,
Alimentar peces, con manzanas.

Estos días ya te sueltas de mi mano,
Perseguimos a ladrones legendarios,
Sigues siendo antisocial,
Aunque ya saludas a mi gente,
Me acaparas y te encelas
Y aunque te me dormiste y me orinaste,
No quiero prohibirte, nada.

Debes forjar tus reglas,
Seguir tu ética, vivir poética
Y desatadamente,
Éste tiempo,
Que me adueño de tus tardes y tus siestas,
Que mis brazos te sostienen levemente, para dormir.

Estos días que son magia y maravilla,
De ser un niño,  llegaste para iluminar mi vida,
Para al abrir los ojos y mirarme,
También abrir los míos.


Tal vez no sepas lo tanto que te quiero,
Tal vez no tengas esa idea,
Por que sabes que el amor no es cuantitativo,
Me sabes me sabes para verte y hacerte crecer.


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