lunes, 24 de marzo de 2014

Cerrar capítulos no es sencillo,
Tomar la pluma,
Cerrar el libro,
Despedirse de los adióses,
Colmar de gracia al presente,
De fortuna al pasado,
Que no es tan pesado como veía.

 Cerrar capítulos es casi mágico,
Hacer de trágicos finales
y de perpetuos imperpetuos
Nuevas constelaciones,
Así pues debe ser un acto onírico,
Practico,
de estupefacto y pasivo impas,
Un acto sin hermetismo,
En el que cualquier día de añeja nostalgia,
Se pueda abrir un segundo esa hoja y decir:
Ya pasó.

Ahora que nuevas lunas se me asoman,
Que nuevos soles también queman,
A mi memoria lisa a la que le escribo,
Agradezco,
Sencillamente,
Todo. 

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