domingo, 9 de marzo de 2014

así me confieso

pretendo escribirte un poema,
y digo pretendo,
y digo quiero,
aunque te quiero a pocos,
me asaltan las dudas,
como me van asaltando de vez en vez
para llevarse las certezas,
pese que vivo siempre al día
esperando el alba
que soy amanecer fantasma
mi naturaleza es de un temor exorbitante,
orbitantes me acechan las dudas,
así soy o casi soy
así casi siempre.


hoy eres tierra,
y eres piso
que me aterriza en centro y la ciudad,
hoy que ésto es
 y casi es
lo que pretendo.

te diré. que soy un ser,
(casi humano, casi humo)
lleno de dudas y desventajas,
no soy un buen partido,
es más ni siquiera un buen juego,
soy mediocre y sin atisbo de esperanza,
me confieso pequeño,
me confiero estático,
poco pragmático y poco práctico,
pero llevarme por la calle del brazo 
es sencillamente 
complejo.

me confieso un mal partido,
apenas lavo la ropa los domingos
fumo peor que chimenea en invierno
apenas me preocupo del futuro
te diré que tengo un puñado de presente
y que a veces sueño con caer en la rompiente
y dejar de ser.

hablando de ello tengo un sitio poco respetable,
día a día puede ser calvario
ya casi no pienso en las piqueras,
el alcohol en azoteas
reto a dios que me escupa
y te diré que si existe lo hace muy seguido
que me sofoca el llanto
que de un día a otro me lleno de cantos 
flores y siniestros
choques y mentadas
con el primer imbécil que me agarre en neurosis
que llueve y tengo amores inconclusos,
que el sol es recurrente y difuso
que me ausento
que me alejo
camino como un animal herido casi siempre
que soy solo y cordial
que puedo convivir con mi locura
y sigo esperando la cura, a estos cambios corriente en mis yos

que grito y rompo cartas
que olvido tan rápido cual puedo
que soy un habitante pasajero
me mantengo en exquisita esquizofrenia
que soy tan buena actor social como lo puedo
y deseo, cada día morir un poco.


a veces no sé quien soy y solo grito y me desgarro
que otros días mi indiferencia es un tarro
duro que contiene todo el llanto
pero soy un mal partido, casi un juego
que no tengo más que mis desvelos,
y una palabrería hueca confesable









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