debería dormir,
o tratar de dormir,
ir a dar unas vueltas bajo la cobija
con el colchón desnudo de girar,
pero estoy en la azotea
con los pies como badajos
bajo esta sombra de lunas,
bajo ésta tinta de viento
y el descontento de ser tarde
y ser cansado
me cansé
de habitar los otoños de nostalgia
de aventarle cal a los muertos,
de ser un tenue cimiento,
de llenarme de sangre la boca
de llenarme de sal en la ropa
de jugar escondidas al tiempo.
hoy que soy un hombre
o al menos ya no soy muchacho.
me escondo bajo la falda del mar
y abrazo tierno la rosa del viento
solo
para andar.
ayer soñé cometas,
antier buscaba a una ballena blanca,
un día antes me mataron,
hoy que no entiendo en ésta incertidumbre turbia de insomnio
no queda más que esperar paciente el tiempo.
sueño con la brújula
y siempre
es la misma ciudad de los Oniros
ésta luna que se escampa de estalactitas,
ésta pesadumbre de viento
y
de ya no ser un hombre violento
pero lento y difuso no sé que soy
Y
todos quieren hablar del mar,
eso lo entendió alfonsina,
la misma que ahora es blanca espuma.
pero nadie quiere ser mar,
no todos quieren ser el viento,
algunos desconocen su elemento
y de ser fuego
solo quedan las cenizas.
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