la vi como pocos la miraron,
ella escapó como siempre,
y se arrepintió como nunca,
aunque eso no lo sé, solo lo supongo,
no lo sé confeso,
lo sé confuso
de que sus labios de fuego me escupieron miedo,
pero:
lo sé tarde para verla así de nuevo,
lo sé temprano para entender
que esas miradas se repiten,
pero nunca, definitivamente nunca,
se deberían repetir a un mismo rostro.
ella escapó como siempre,
y se arrepintió como nunca,
aunque eso no lo sé, solo lo supongo,
no lo sé confeso,
lo sé confuso
de que sus labios de fuego me escupieron miedo,
pero:
lo sé tarde para verla así de nuevo,
lo sé temprano para entender
que esas miradas se repiten,
pero nunca, definitivamente nunca,
se deberían repetir a un mismo rostro.
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