mi corazón camina con el tiento de una araña, la cautela no es guadaña, es la salvamaña de la mañana que espero un día por llegar, éstoy muy consciente que el camino de sanar me hahecho replantear donde pisar.

Recuento:

prendí una vela a mis muertos de costumbre, les puse su incienso y su cigarro, un par de frases para que me escuchen y la magia sucede cuando puedo ver con cautela el mar, de emociones, el caudal de nociones y confusiones en las que ya no quiero estar. yo ya no quiero tener hecho el corazón un cenicero, ni ponerle un cencerro, un cascabel,  quiero andar con la ligereza de una ventisca cálida que arropa en un otoño.

soy consciente hoy de que he sido malagradecido, que he creado espectativas en mi afán de quedar bien o complacer a las personas que amé, dejando una deuda fuerte adentro mío conmigo, y un sitio funebre de las espectativas que se me superpusieron, hoy no sé qué es diferente adentro, pero sé que soy consciente de lo que quiero, y lo que no, yo ya no quiero polidramas, ni romper contratos, no quiero embarcarme en celos con alguien más sobre barquitos de papel para que nos hunda el río, un charco o el llanto que se crea al canto del dolor, ya no quiero compartir mi cuerpo por placer si no es el mutuo de las seducciones mentales, no quiero dar mi lengua, por que vaya que si lo mío fue tener la fijación oral, la lengua de tornado, o quizá ya muy burdo como se le dice, soy bueno para hacerle a la mamada, quiero que mi misma lengua que crea palabra y mar sea para besar, con la misma indistinta ternura. qué quiero? qué ofrezco? cuáles son mis "no negociables" cuales mis dialogables, los tengo claros, y mis utopías relacionales son un lugar que me permkite imaginar, lo que deseo y lo que ya no puedo, porqueme gusta que me muerdan la piel con los colmillos del alma, que se me escurre la entrepierna, pero ya no quiero que me entierren lso colmillos en el alma y que no me rocen la piel. sé que no soy la persona que quiero ser y en ese lugar utópico siempre hay un lugar para andar, por lo menos tengo el bosquejo. sé que me falta limpiar mi cenicero, tirar la basura orgánica, y que a veces quisiera en compañía la armonía para sentirme motivado, ya no quiero estar drenado, o pensar que mi mirada horada, que es incómoda en la misma morada que conformé un hogar, con las horas que me ha ayudado a hacerlo.

si bien hay cosas que ya no quiero sacrificar, de mi, por un ideal de amor romántico, si sé que hay cosasd que me gusta conservar, el apapachar, el cocinar, la música y el canto, el baile y el manto que puedo hacer de mis brazos, dar detalles, que no valen nada al capital, pero son roquitas de pingüino que no estoy dispuesto a restar, en su importancia, la magnificencia que le doy en mi forma de amar. me gustan las charlas incómodas y los dialogos transversales, que atraviesan, que no se quedan a medias, y que me ayuden también cuando me voy a la oscuridad a ser un cable a tierra, sé que soy difícil, tengola intensidad más fina de la pasión cuando me desborda, y no me quiero ocultar, dejar de ser transparente para que mi existencia no sea demasiado, me gusta hoy ser más optimista y tener rituales que ni yo mismo entiendo, sé que tengomuchas manías, que van variando, mutando decreciendo y aumentando.

me gusta el silencio, me gusta acompañar, apuntalar, preguntar, desde mi discapacidad de entender las expresiones cuando estoy en crisis, preguntar, cada tres segundos cómo estás, porque hay comportamientos que en mi absurda lógica me son inckmprensibles, no soy fácil, en lo cotidiano en el momento de inseguridad, en que soy acribillado por mis pensamientos,  o cuando llega la ansiedad y la diselxia, por querer habitar la piel de quien amo. yo ya no quiero coger por vanidad, la verdad, no quiero sentirme confundido, estoy harto de caminar erguido, pero siempre perdido cuando me enamoro, yo si busco un caminar parejo, y ese lugar en el dialogar si es un gran no negociable, aunque en el amor el jet lag delos sueños puede ser fatal. ya entiendo mis berrinches y les hago el diálogo conmigo, hago mi chamba, y sigo tratando de ser lo más leal, porque serlo implica un lugar personal donde siento dignidad, y al final es el único lugar que me pertenece.