A veces olvido que aunque eres un brote de mi existir, no somos una copia, que eres un individuo que existe distinto a mi, con ideas, pensamientos, dilemas, decisiones propias. y en ese afán egoísta de verte como una continuación de mi existencia, puedo llegar a ser cruel en mis exigencias, en mis demandas de la búsqueda de ver en ti lo que no soy, o ya no soy y a veces proyectar lo que pude ser, esa suele ser una carga que los padres no sabemos delimitar adentro, por eso a veces cada logro sabe propio, y cada que te duele algo, algo adentro también duele, pero al menos ésto último no pidas que sea distinto, porque los dolores se hacen más ligeros cuando se comparten, las se disipan al igual.
a veces me cuesta darte tu ritmo, tu tiempo, tu espacio, y aunque trato de exigirte poco, trato de exigirte, y es irónico, porque a veces te subestimo y otras veces demando más de lo que tu anhelas, porque te digo, en ésta egoísta y menguada forma en que aprendí, a veces olvido que eres un ser aparte con pensamientos, dilemas, decisiones propias. no me es sencillo pensar que éstas en un punto crucial, cómo muchos otros de tu vida, y que sencillamente lo que debo hacer es apuntalar, desde la busqueda de comprensión y la remembranza que no fui muy distinto a ti, si bien te dije que al menos hoy siento que soy mejor padre del que yo tuve, aunque añadí que no tenía la bara muy alta, quisiera mostrarte las cosas que me costó en ausencias y necedades lo que en su momento siento como fracasos, y que lo más fatal de ellos es vivir en los "hubieras", ya no suelo reprocharme por las cosas a las que claudiqué, o las que abandoné aún teniendo aptitudes y facilidades, pero también soy necio, terco, obstinado, pero aquí estoy, para sugerirte que la vida si es como montar una bicicleta, que solo llegas lejos con un ritmo constante, cosa que siempre me faltó en mi visión de adónde quería llegar, quizá hoy, mañana o pronto decidas el camino, pero lo que si puedo mostrarte son las heridas por las que dejé caminos a medias y no lo di todo cuando debía, hemos dejado el ritual de los construx, y seguimos en la bici, sé que me escuchas en definitiva por las cosas que en la experiencia me he hecho más sabio que a tu edad, pero te diré que la fuerza de la experiencia no se compara a la suerte de principiante, el arrojo, el ímpetu. una vez alguien me sugirió "calma tu ímpetu" y te diré que no, que no lo controles, que es muy difícil dosificarlo, pero es importante tratar de mantener el temple, contener el vientre, permanecer en equilibrio y también saber caer. saber que la pasión es importante, pero ejercitar la consciencia es el camino que te llevará, de la mano a mantener tu criterio, que te perderás varias veces que tendrás enojos, muchos bastante razonables, que habrán duelos, dolores, pérdidas, derrotas, pero siempre existirán buenos motivos para no dejarse claudicar, también saber cuándo decir basta, hasta aquí, a veces cortar de tajo o darle tiempo al tiempo que te sanará.
hemos rodado en bicicleta, 15 kilometros en promedio, sé que la primera hora del día odias al mundo, y que mis chistes no son el mejor ejemplo de claridad, pero te digo que a veces se me olvida, en mi afán egolatra, que somos individuos diferentes, aunque muy iguales, que tienes otro contexto, que es necesaria la comprensión, mutua para poder andar, rodar, volar, hay semillas que germinan en el corazón con palabras, y yo solo pretendo darte un par de mis mejores intenciones y los más grandes esfuerzos, de un padre que se siente orgulloso, satisfecho de que seas su hijo. y te digo algo, aprende, ve tan lejos como necesites, pero, cuando aprendas más, enséñame de paso.
de tu padre viento.
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