entre los hilos descarriados del tejido,
he visto envejecer a mi madre,
cuando no leía,
cuando no cocinaba.
hoy me detuve a ese instante inamovible del tiempo,
en que ella teje,
y yo en el sillón sigo siendo niño.
me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...
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