martes, 3 de abril de 2018

mares





I

hice un barco de papel antes de dormir,
lo puse a navegar en la almohada,
encalló entre calcetines sucios
y saturno resplandeciente,
cayó en el mar negro bajo la cama,
donde hallé tu brassiere semanas tarde
y,
una semilla de girasol.


tarde de no querer limpiar tu recuerdo,
 del espacio, de un cosmonauta.


que navega entre tu, 
y yo 
y la distancia promediable
y el cuadro cuadrado de un luchador enmascarado,
y tu ropa encajonada,


cayó bajo la ley gravitatoria,
a una cascada de costumbres, inasequibles,
en una laguna con sedimentos del extraño que te extraña,
encalló,
entre las letras que no explican éste hueco,
éste desahucio que es estar sin ti.

buscándote entre oneironautas,
preguntando en cada sueño,
en cada pesadilla,
la cosmogonía de mi cama perdió su estrella,
polar,
no hay constelaciones,
sujeto mis rodillas para ver anonadado,
el vacío del espacio vacío
de ésta cama circular.













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