martes, 24 de enero de 2017

siente




no podría calmar mi rabia,
o el ímpetu,
pero hace tiempo buscaba un sitio donde respirar.


no he bajado mi puño,
no he quitado la guardia,
no he callado la voz
y estoy reeducando mis ojos,
con ésta ceguera al vacío,
podre ver mejor.

y mis ojos no contienen llanto,
no por hoy
y mis manos no cuelgan pendulares,
y no me siento cansado,
tampoco somnoliento,
y le cedo ese incómodo asiento,
a los sueños frustrados,
para que se postren,
distantes,
ajenos.

y mi sed de justicia espera el momento,
y mis nuevos sueños sonríen
y mis letras renacen,
y no,
no tengo de aliado el silencio.

decidí no cambiar al mundo,
desde una cómoda almohada,
he parido llantos de dolor,
he escuchado el estertor secreto,
he perdido derecho sobre la soledad andariega,
que me habita aún sin reproches.


no podría perder la rabia inoportuna,
no podría esconderme en el silencio,
no podría,
quedarme a pudrir el alma,
pero estoy reeducando mis ojos,
que puedan observar con sigilo,
no con la habitual lúgubre tristeza.

mi corazón 
observa,
mis ojos bombean sangre,
mi mente siente.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...