ésto es nuevo,
cada día en éste renacer.
absorto,
me hice a ti en un segundo,
hace mucho no sentía un vacío en el vientre,
desperté para acariciarte,
ya habías salido a tu clase,
no puedo entender ésta nueva sensación,
esa soledad que me otorga tu ausencia,
esa rara desesperación de la que había escuchado,
de la que me había mofado,
fueron segundos quizá,
mil años tal vez,
ese atemporal espacio que no te abrazo,
es lúgubre,
gris.
me senté en el sillón,
con un hueco,
inexplicable,
me sentí encerrado,
aislado,
sentí como si el amor que llega a las lunas de saturno,
me congelara en la espera,
ésto es nuevo,
no estoy habituado a esa dolorosa soledad,
a esa absorta soledad de despertar,
despistado.
pudieron ser segundos,
horas,
quizá siglos,
no lo sé.
llegas abriendo la puerta,
cual primavera abriendo las flores,
iluminando el espacio,
todo deja de ser negro
los matices inundan el tiempo
y todo vuelve a ser normal,
sublime.
recuerdo tres sueños de anoche:
en el espacio brincaba sobre asteroides,
se hundían al infinito,
en cámara lenta corría,
cerca de ti
la última roca se hundió,
antes de tocarte,
mi salto te despertó,
me miraste en la cama,
con ese efecto narcótico.
soñé
y ésto es lo más raro de todo,
que empezaba a levitar hacia el techo,
con tu sábana rosa,
y empecé a caer a la cama,
despacio,
miré a mi lado y estabas hermosa,
la vida sonríe con tu risa,
los astros y estrellas,
tus lunares
tus secretos,
me revelan otra realidad posible,
existes,
pese a mi.
es noche y espero a que salgas,
te escribo,
te transpiro,
te espero,
te quiero,
es extraño extrañarte,
yo que me hice uno al desapego,
a huir antes del alba,
te anhelo con calma,
para verte
y hacer
el amor y la risa
y esperarte.
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