durante la noche por las carreteras,
las ciudades son constelaciones,
como tus lunares de barro,
repartidos de diamante sobre la piel.
las ciudades son constelaciones,
como tus lunares de barro,
repartidos de diamante sobre la piel.
durante la noche
las ciudades son constelaciones,
las ciudades son constelaciones,
la que nos atrapó entre callejones,
de encuentros con tatuaje,
con poemas y un buen punk,
unas cervezas y un café,
un cigarro y un abrazo,
entre las sabanas
de encuentros con tatuaje,
con poemas y un buen punk,
unas cervezas y un café,
un cigarro y un abrazo,
entre las sabanas
con constelaciones repartidas de barro,
tenues bienvenidas,
de adioses inconclusos.
tenues bienvenidas,
de adioses inconclusos.
solo sé amar con la intensidad del mar,
como ráfaga de viento,
sin ser violento supe golpear,
darle una sacudida a tus temores,
que por más opresores que se escapan,
comprendo tu lugar,
también a ti,
como a mi en otros tiempos,
te vi llorar,
te vi follar,
te vi fallar de madre tierra
y a ésta altura en mi ciudad de niebla,
repito,
somos como somos
y no hay necesidad de disculparnos,
te quiero como viento,
calcinados sobre un motor,
en la cama como un ring,
era necesario,
necesitábamos eso de ambos,
y con ellos
que son dos,
uno de cada lado,
y brillan,
como el agua del caribe,
girando,
sobre la selva verde en tu cuarto de ciudad,
es seguro nos volveremos a encontrar.
y brillan,
como el agua del caribe,
girando,
sobre la selva verde en tu cuarto de ciudad,
es seguro nos volveremos a encontrar.
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