viernes, 30 de octubre de 2015

petit morte



vis a vis me hallé a la muerte,
catrinas dulces,
de humeras quimeras,
decirte que he visto a la muerte,
la muerte chiquita varias veces,
que la enamoré
...
..
.

que llegaré y ya no importa tanto,
que he vivido
y que ya nadie podrá negarlo.
ni cegarlo.

muerte chiquita,
dos trompos frente a mi,
mi auto en zigzag casi te lleva.

una bala que no entro en mi,
si me voy te vas conmigo,
era la premisa.

un cuchillo blando besándome tres veces,
indómitas escaleras que no llevaban hacia le cielo,
pero a cien metros la muerte era segura,
cincuenta y cinco pastillas veinticuatro de diciembre,
tres días en coma y joder que sigo vivo,
vis a vis me he encontrado a la pequeña muerte,
cuando pretendía prensarme ese idiota conductor.
por menores no menos dignos son algunos encuentros,
cinco granderos que venían encima,
los que me seguían cuando estaba en periodismo,
los que me seguirán cuando regrese.


por alzar la voz,
no cegar mis ojos,
por tener mucho que perder me he vuelto un enemigo digno,
por correr veloz de haber sido un suicida,
por odiar la vida,
por odiar mi suerte,
a estas alturas no me considero muy valiente,
entre las viejas y más nuevas historias añadidas,
por ser ateo y saber que no hay más nada que éste cuerpo,
por eso soy un hombre peligroso que ama la vida,
por poco tengo fuerza lobo y oso en cada brazo,
decían que yo era la moneda de la suerte,
ese día la camioneta volcó,
yo no alcancé a llegar temprano.

a varios los reclutaron,
los balearon,
desparecieron con sus nombres,
yo te lo digo que corrí,
corrí con suerte.




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