domingo, 30 de agosto de 2015

Lo flamable arderá

La noche llega antes del amanecer,
Y uno aquí contando las horas,
El invierno llega antes del verano
Y parece que la primavera no quiere venir.

Me asomé por la puerta,
Y la vida corría igual que hace noches,
El otoño llega igual que hace años,
Pero yo soy distinto.


Hace noches que la luna cae como guadaña,
Y los hombres nos  preguntamos ¿quien de nosotros seguirá?
Hace noches que el infierno se posó sobre la tierra
Y los hombres de dios que hablan de otros hombres,
Que condenan al que es justo,
En el nombre de su posmoderna inquisición.

Hace noches,
Hace días,
Quizá primaveras e inviernos,
Que nos inducen al vivir erróneo
Al vivir del miedo
Y por hoy creo,
Que cruzar el umbral, del terrorismo virtual 
nos hace fuertes,
Sólo si así lo decidimos.

Vendieron la tierra como se vendé el alma,
Que les salga caro la rabia,
De los que somos la savia de la tierra.



Hay muchos humanos,
Oprimidos,
Que saben y no saben que lo son,
Hay muchos hermanos,
Deprimidos,
Por la falta del despertar de esos corderos,
A los que a veces les hace falta sólo un poco de esa educación.


  Hemos crecido,
Perdiendo sueños,
Vimos como destrozaron nuestro campo,
Hicimos como que hicimos,
Pero al final hicimos nada.

Hace tiempo que crecimos
Y creímos,
Que bastaba con alzar las manos,
Acarrear palabras,
Intelectualizar las balas,
Pero tenemos que ser prácticos,
En ésta tregua de luto,
En éste hervidero de sangre,
Nos hacemos fuertes por el hambre,
Por ser los más dignos rebeldes,
Esos que portamos la verdad,
No como estandarte ni en el pecho,
Los que con los puños vamos arando éste camino,
De no dejarnos derrotar.




Porque la lucha es más grande que derrotar a un enemigo,
O Concientizar al oprimido
O estos ríos rescatar,
Es también de nuestro corazón fraterno,
De ese que uno a uno llevamos todos,
Para poderlo limpiar.

La lucha va más allá de la esperanza,
De romper o desquebrajar los muros,
Va más allá de cosechar.

Cada cual debe saber que sitio ocupa,
La trinchera para la que sirve,
La madera para que se corta,
Si no es para construir con ella algo ideal.



Nos debemos un actuar inteligente
Y si en la resistencia lo es urgente,
Saber bien apuntalar
 para incendiar Un elemento,
Hay que saber que ya es flamable,
Que por sí sólo éste arderá.



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