lunes, 24 de noviembre de 2014

Breve lección sobre la breve elección


Te podría decir,
No te fíes nunca del poeta,
No confíes tus secretos a un párroco,
No entregues tus ahorros a un banquero,
Guarda siempre dos monedas,
No poseas a tu primer amor,
No te vayas nunca sin decir te quiero.


Te podría decir todo lo que he aprendido,
Que las verdades duelen,
Pero las omisiones son cohetes,
 que te explotan en la mano,
Que de las traiciones uno se repone,
Incluso se aprende a llevar una confianza cautelosa,
También,
 uno a veces dice que perdona,
 Y se maneja de maneras inclementes,
Deberás aprender un poco lo siguiente:
No debes guardar demasiado odio,
No uno tan notorio que te pudra el alma,
Pero si ser consecuente,
Ser justo,
Quepa ira  no sea tu motor,
tu movimiento,
Aunque éste te lleve lejos,
Así no se disfruta  nunca el camino,
Se justo contigo al no pudrirte por un acto de traición,
Sólo así,
podrás andar ligero y caminar.

Déjame contarte algo de la envidia,
La caprichosa actitud de anhelar tener algo que no te pertenece,
Ese veneno tiene un efecto lento y degradante,
Que te pudre el alma,
Que te deja sentado,
Bien frustrado,
Y con un actuar poco inteligente,
Te diré lo siguiente,
Todo lo que posees,
Te posee,
Aprende a ganarte las cosas que poseas,
Para qué el valor de ellas también sea tuyo.

Tal vez aprendas a tener un amor digno y delirante,
Que te ciegue,
que tiembles,
Que te arrastre,
Que clase de amor sería si no te orilla un día,
A conocer tus límites, los que nunca imaginaste,
Para bien o para mal,
También debes soltarte,
Soltarle,
Amar,
Respetar.

También  a veces,
(Algunas veces, si no lo has aprendido todavía)
Equivocarse es un acto de amor,
Mucho menor que el enmedarse,
Uno aprende no sólo a pedir disculpas,
O disculparse,
Aprende a no cometer los mismos errores,
Ser leal es importante,
Aprenderás de la empatía cuando dañas a quien amas,
Pero no dejes que la culpa te naufrague en un abismo,
Suéltate,
Actúa consecuente.


También a veces,
Muy a veces,
El mayor acto de amor es retirarse,
No sé si ese amor es propio o muy ajeno,
Pero a estas alturas del cielo,
Podrás reconocer que a ciertas alturas del vuelo,
Uno preve las tormentas que uno causa,
Sé paciente y mantén el temple,
Para enfrentar tus propias consecuencias,
Pero eso si,
Revuelcate, sufre, llora hasta más de lo necesario,
Límpiate el polvo,
Sacude el óxido que deja el tener un corazón muy fuerte,
Pero eso si,
Nunca dejes de amar,
De devolverle la sonrisa a los gigantes de las nubes,
Esos mismos demonios tuyos un jamás debes negar.


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