Empiezo a soñar que escribo un libro,
Que alguien lo lee,
Que vale tanto como el árbol que muere por la hojas,
Como la tinta derramada.
Empiezo y escribo,
Y siento que en el escriben notas,
Como yo en el de Vallejo,
Que inspira y respira,
Que hay algo que decir en esas letras muertas.
Empiezo lento a soñar,
Empiezo lento a reírme de mi mismo,
Que no he soñado más que plantar otro árbol,
Que valga más que la tinta en un libro,
Que me de más sombra que vivir de una letra,
Y me alegra por esta noche,
Despertar para soñar un poco.
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