no sé donde se quedó la tinta,
pude olvidar un par de versos en su espalda,
y un sorbo de vino escapándose de sus labios,
un tumulto de ciegos encadenados salen de sus branquias
y sigo sentado, levantando el vuelo,
tranquilamente en duelo con la vida.
se te escondió en los muslos ligeros,
una gota de semen escurriendo de tu vientre,
en la jauría de venganzas,
acechando tras un pino y la empedrada,
y tranquilo sigo,
levantando, del suelo
azarosamente las fotos
se fue entre la rendija del baño
entre tifones de regadera,
como brazos enredadera que caen con el árbol
que crecía fresco,
e implosivo sigo, siendo niño viento,
sin los ojos violentos
y chispazos de tristeza veo pasar al mundo.
se filtró entre arena,
y yo señalo con mi linterna al cielo,
para que los cometas me vean y se acerquen a saludar,
por cierto aquí sigo,
respirando en calma hasta el alba,
para escupirle el humo a la noche,
saludar al hombre de mercurio,
ver como despiertan los tornados en la noche.
no sé a dónde se fue la tinta...
pude olvidar un par de versos en su espalda,
y un sorbo de vino escapándose de sus labios,
un tumulto de ciegos encadenados salen de sus branquias
y sigo sentado, levantando el vuelo,
tranquilamente en duelo con la vida.
se te escondió en los muslos ligeros,
una gota de semen escurriendo de tu vientre,
en la jauría de venganzas,
acechando tras un pino y la empedrada,
y tranquilo sigo,
levantando, del suelo
azarosamente las fotos
se fue entre la rendija del baño
entre tifones de regadera,
como brazos enredadera que caen con el árbol
que crecía fresco,
e implosivo sigo, siendo niño viento,
sin los ojos violentos
y chispazos de tristeza veo pasar al mundo.
se filtró entre arena,
y yo señalo con mi linterna al cielo,
para que los cometas me vean y se acerquen a saludar,
por cierto aquí sigo,
respirando en calma hasta el alba,
para escupirle el humo a la noche,
saludar al hombre de mercurio,
ver como despiertan los tornados en la noche.
no sé a dónde se fue la tinta...
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