me gustaría escribir un poema a cada noche en luto,
a mis mujeres,
que nunca fueron mías
y no debiera yo apropiar,
las que ahora son habitantes del desierto,
me gustaría,
pero no tengo ese valor.
ésta lista que fatiga,
ésta búsqueda de abrazo y vuelo,
pero al final
o en principio,
como Oliverio
solo juego con trenes.
siempre corro
brinco,
vuelo,
no me puedo mantener en pausa,
no sé mi sitio ni su sitio,
es un desorden de noches en duelo,
y de vuelo frágil
y mis fantasmas dicen, que vienen
cada noche a hacerme compañía,
a hacerme llorar.
por eso el día de hoy es una danza,
en la que solo yo escucho las notas,
las ventanas rotas que dejé a mi paso,
las botellas que reventé a los trenes,
por andar sobre los rieles,
infinitos rieles
utópicos rieles,
amantes rieles,
que juntos nunca se tocan.
a mis mujeres,
que nunca fueron mías
y no debiera yo apropiar,
las que ahora son habitantes del desierto,
me gustaría,
pero no tengo ese valor.
ésta lista que fatiga,
ésta búsqueda de abrazo y vuelo,
pero al final
o en principio,
como Oliverio
solo juego con trenes.
siempre corro
brinco,
vuelo,
no me puedo mantener en pausa,
no sé mi sitio ni su sitio,
es un desorden de noches en duelo,
y de vuelo frágil
y mis fantasmas dicen, que vienen
cada noche a hacerme compañía,
a hacerme llorar.
por eso el día de hoy es una danza,
en la que solo yo escucho las notas,
las ventanas rotas que dejé a mi paso,
las botellas que reventé a los trenes,
por andar sobre los rieles,
infinitos rieles
utópicos rieles,
amantes rieles,
que juntos nunca se tocan.
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