de ver el pasado presente.
de saber el aire entre el cielo y rompiente,
puedo decirlo,
sé caer
pero no me gusta ese dolor,
el olor de derrota es pestilente,
por eso lejos de cantar victoria,
me mantengo ajeno en los campos de niebla,
que no importe o no me importe,
que el mundo gire sin mi,
gire,
gire,
Gire.
adicto de una vez, para siempre,
realmente no me recuperé,
he caminado sustituyendo,
una adicción a otra,
de las infinitas drogas a alguna,
de ella y el cigarro
a la adrenalina y el carro,
y así hasta la muerte,
admito pausas
y bueno hay de adicciones a otras,
de la fotografía y las letras,
de la bicicleta y cigarro,
a la coca, la mota, las pastas,
de ser fantasma de ciudad sobre el campo,
de hacer casi lo necesario,
para ser casi lo que quiero,
aunque me quiebro,
tengo nociones del camino,
que piso sin presumir nunca,
que nunca sabré adónde voy.
paréntesis
(hay un placer imbécil en caminar sin sentido
y buscar dirección en cada giro,
con mi corazón brújula imantado
que apunta al sur,
lo cierto que cada día más ateo,
por eso me alejé de los grupos,
donde por hoy no quepo y me llenan de dudas,
muletillas que perduran
y regresión al silencio).
no cantes victoria pequeño viento,
eso lo aprendiste de Antonio
del que no conozco destino,
que también sé no necesito.
soy casi autónomo y bastante dependiente,
no solo de la memoria grabada,
de la pequeña serenidad atada
que siempre llega.
no hay forma de detenerse
Todos vagamos entre adicciones...
ResponderEliminary contra-adicciones
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