miércoles, 8 de mayo de 2013

puedo hallarme,
 entre el cenicero
y las colillas, 
puedo verme
 fijamente en el espejo
y pretendo creer que fijo mi camino,
aunque hoy me hallo más que nunca, 
la incertidumbre es habitual.


hay certezas desconciertas,
y un desgarre en su  pierna,
ayer, ella disecó un corazón
y agradezco no sea el mío,
siempre se agradece,
que de alguna forma me mantenga,
con latir acelerado,
pulsar de carro,
que anda,
con nosotros.


deja que éste velero llegue a puerto,
y que las nubes no me dejen sin sostén.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

 con el tiempo la vida no se vuelve de uno, uno se devuelve a la vida a dar un poco de lo que recibe, y en ese afán de gratitud, uno se hace...