los juicios,
caen,
pesados como mármol
igual qué estos ojos
y los puños pendulares
tocando la tierra.
caen,
solo quedan
migajas
palabras cual mortajas
y una silente
y doblada foto
que quité de la placenta negra.
y el mar
que tengo,
la pequeña inmensidad
de tener la cualidad
de ir perdiendo todo.
dejaré la tinta en las cajas,
e importa poco
el canto
el llanto
el difunto enterrado loco,
que me deja en espacio, con sofoco,
y un mal sabor de boca
entre las olas
que arrastran recuerdos,
fulminan acuerdos
y de ser franco,
tiene razón en muchas cosas
me aíslo
en mi ciudad tranquila y turbulenta.
maquillaré:
las letras ocultas,
jugaré a la inquisición,
con las libretas libertas
pero hoy el peso de lepidoptero,
es nube negra
casi etérea,
casi, solo casi.
caen,
pesados como mármol
igual qué estos ojos
y los puños pendulares
tocando la tierra.
caen,
solo quedan
migajas
palabras cual mortajas
y una silente
y doblada foto
que quité de la placenta negra.
y el mar
que tengo,
la pequeña inmensidad
de tener la cualidad
de ir perdiendo todo.
dejaré la tinta en las cajas,
e importa poco
el canto
el llanto
el difunto enterrado loco,
que me deja en espacio, con sofoco,
y un mal sabor de boca
entre las olas
que arrastran recuerdos,
fulminan acuerdos
y de ser franco,
tiene razón en muchas cosas
me aíslo
en mi ciudad tranquila y turbulenta.
maquillaré:
las letras ocultas,
jugaré a la inquisición,
con las libretas libertas
pero hoy el peso de lepidoptero,
es nube negra
casi etérea,
casi, solo casi.
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