ojos de brujo,
viento
soledad comprimida
sedimento
pus en las manos.
te obsequio mi huella,
que se funde en arena,
para salir del llanto,
viajo de noche,
en una cama sucia,
pasaje desconocido,
sobre poliester.
las sabanas
son, del color de mis pesadillas,
chocan sus lineas,
y mi cabeza duele,
justo como el dolor de caballo.
las sabanas,
me expulsan de nuevo,
con asco,
ligereza
esa discreción
de expulsarme
en vómito,
a la azotehuela.
el llanto no me roba el canto
ni la pus se vuelve tinta
no es la comida ambrosía,
se marca cercana lejanía,
entre polos
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