a dos manos y un torso desnudo,
se palpa una pequeña danza,
a dos manos,
y un torso.
el agua resbala de entre ellas,
los labios se buscan,
se serenan,
se conjugan ,
sin tocarse se tocan,
sin mirarse...
a dos manos mi torso escribe,
y describe,
lo que sucede y no sucede,
lo que pasa sin pasar,
en dos sillas
ambos juegan ajedrez,
se aprovechan del otro,
atacan pasionalmente
a cada movimiento,
y sin embargo...
cuando llega la hora
de concretar el juego,
ambos se detienen,
como si una pausa,
un silencio salvara,
a ambos,
del equivoco final,
de alzarse sobre el otro...
los cuerpos se detienen,
antes de empezar,
éste baile,
ésta danza,
se plantean tres puntos suspensivos,
y un parentesis,
antes de un nuevo juego de ajedrez....
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