Hablando de planetas le dijo, al menos Saturno tenía la decencia de devorar a sus hijos….
Así el viento mató a su padre, y lo exilió al olvido, sin rencor, sin más que encontrar en él.
Me dijeron que cuando alguien olvida le otorga una pequeña muerte.
Éste último periodo he hallado un poco de calma y también paciencia, ya no me devora la situación, y solo espero que éste final comenzado, sea generoso para todos…
“Es muy clavada, a mi esas ondas no me pasan” ha dicho un par de veces, cada vez menos desanimado, sin embargo cada día con más convicción.
Me aterra pensar en cuestiones cíclicas, y sé que seré juzgado por cronos en algún punto, espero no se envenene el alma del jaguar, y el rencor que vendrá de la luna no me prohíba estar con él, así como sucedió en otro tiempo, espero la desesperación no lo aliente a ser como yo soy con Saturno.
El viento no anhela más llegar a satélites, con tiento, y con calma se entenderá…
Admiro el trabajo de mucha gente, ésta admiración me ha hecho crecer, y anhelar también, no me siento en un buen punto laboral, sin embargo cada día me satisface más lo que hago…
Tus fotografías son como una ventana, tus escritos, son irónicamente la caverna de platón dónde te hayas.
Recuerdos: el caballito del diablo rojo en mis manos, las piedras de río sudadas, la bicicleta, el dedo de dios apuntando a las montañas, aún me pregunto a qué bello ser estaba iluminando…
Ya no tengo una punzada entre el esternón y la espalda, ya los recuerdos no llegan dolorosos.
Quisiera tener un colibrí tomado de la mano, uno verde, de movimientos generosos.
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