siempre hiciste pedazos mi ego,
mi autoestima,
mi soberbia...
aunque ya no me debes ninguna lección con tu muerte,
la ironía se excedio,
al botarte en pedazos bajo la cuneta envuelto en blosas negras.
bestiario de mis muertos
me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...
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