miércoles, 16 de enero de 2019

mi calle




uno se debe al espacio,
y a los que formaron ese espacio,
los que lo conforman,
y por ende,
uno es el tributo al sitio que ocupan,
como tal, se honra al pasado,
y el pasado nos honra,
porque somos un trozo de futuro,
aún anclado.


vivo en una ciudad de pasajeros,
pero ésta calle es diferente,
es la redención de la pretensión,
 un chico con mirada de asltante,
  con short de camuflaje
sandalias rosas,
regresa a casa con tortillas.


la calle ha visto a tantos
 aprender,
a montar
una bicicleta,
ha visto amor y violencia,
el alcoholismo inerte de mañana,
y un grupo de alcohólicos anónimos por la tarde.

mis árboles daban sombra,
a quienes esperaban por el bus,
ahora el camión cambió de ruta,
mis árboles murieron,
hay poca sombra en ésta esquina.

ha visto ladrones,
desde épicos idiotas,
una madrugada se robaron a una virgen,
de guadalupe,
 durante su ebria fuga, 
le rompieron la cabeza a la pobrecita.


también tuvo sicarios,
músicos,
lectores,
también tuvo fiesta,
velorios,
rencores,
partidos de futbol,
misa en los domingos,



uno se debe al espacio,
y a los que formaron ese espacio,
los que lo conforman,
y por ende,
uno es el tributo a sus amigos,
y a esa apropiación.

cohetes en diciembre,
amantes de secundaria,
parejas mayores en el amanecer,
y mariguanos,
chingos de mariguanos.

ha visto amor y ha visto muerte,
balaceras y lunas,
nubes y viento,
me vio llegar
 ebrio como bola de billar,
me vio rebotar,
el craneo contra la pared

funerales,
te digo,
acá velamos a nuestros muertos en casa,
futbol, 
cumbia y rock,
luces de navidad,
neblina y humedad,
ha visto el atardecer y la mañana,
me ha visto a mi crecer,
irme, regresar,
a veces más tarde que temprano,
me ha visto negar y revivir,
mi sangre y mis victorias,
mis ya algunas historias,
mis dubitaciones desde el balcón en soledad,
que por hoy me ha visto
y me verá.

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