martes, 15 de septiembre de 2015

cordial cordura



tengo besos de cordial cordura,
tengo los labios de descontento,
quiero que vengas,
quiero tu cura,
quiero que me quites de una buena vez el aliento.

fui desdoblando tu ropa como un origami,
fui recreando la marea entre los pliegues de la sabana,
entre las dunas de tu cuerpo,
el oasis de tu ombligo,
me enredé lento a las lianas de tu pelo,
 de tus piernas,
a tu culo curvo rebotandome en la pelvis.

eres el contraluz y el claroscuro,
el contraste perfecto,
lo que se necesita en la vida para escapar a la muerte,
eres,
cada lunar,
 siendo lo que nunca fuiste,
la perfección succionandome el pecho,
las marcas moradas del orgasmo,
el jalar del pelo,
el exhalar de fuego.


la mordida fúnebre de los amantes,
que se sueltan cuando ya no se hacen,
más que los colmillos sobre cuerpos de carroña,

Y miento:

nunca he tenido labios cuerdos,
ni labios tiernos de descontento,
no quiero curas y que nadie venga,
sé como conservar el aliento.

al desdoblar tu ropa te encontré vacía,
los pliegues de semen sobre la sábana,
me hicieron sentir tu cuerpo como un buen desierto,
tu ombligo de oasis,
tu pecho de cedro,
y tu pelo solo servía para tirar mientras me ahoracabas.

ni eras tan buen contraluz,
ahora que lo pienso,
y tu culo no era tan curvo a ésta distancia,
pero todo es bello cuando se ve con los ojos de memoria,
me enseñaste a amar como se enseña a odiar,
en esa balanza de medidas iguales.

he amado que he vivido,
que en cada una de mis ellas hallé al amor de mi buena vida,
mi vida en el presente eterno,
en la que tengo tantos versos de memoria.

me gusta follar,
me gusta fallar,
me gusta caer indistinto hacia el abismo o hacia el cielo,
la piel en duelo es una debilidad tan exquisita,
que hoy siento que no siento,
que la ausencia presente de un amor maldito,
me hace odiarme más a mi que a lo descrito.


he, han, nos hemos fallado,
tanto,
que no podría ser más poético tal patetismo,
de ser uno y ser memoria,
de ser un digno emisario del olvido,
si por algo he sobrevivido,
no es por camaleón,
o tener un fuerte corazón de roca,
de quitarme las almohadas a media noche bajo tu ropa,
o con la brisa calida
 de venirme en tu boca,
soy el muchacho sin memoria y distraído,
adicto de los buenos
y pirata de los malos,
soy el estertor de la tierra con su lluvia,
el contragolpe palpitar de un buen tambor,
como si el llanto contenido fuera toda esta lluvia,
para despues quedarse quieto,
con la resaca de lágrima,
con las manos en el pelo,
empuñando un cigarro y gritando 

¡carajo!

¡vaya que si la he vivido!






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