se abre la puerta
esa,
la que esperaste,
tan se abre que es un pasmo de luz negra,
te ensordece el silencio,
la decisión del parto,
del llanto,
y quieres quemar las naves antes de embarcarte,
peor,
te espera la ciudad.
la ciudad que aborreces y amas,
así como toda patria extraña al ermitaño,
como todo muerto a su calvario,
a ti raíz del bosque,
la costumbre de la niebla,
te
nubla.
pesadumbre de que la tierra se te escapa,
de los sueños si los suelos son los mismos,
quizá nunca lo sepas,
las estepas que dominas no son reto
y el concreto
que bajo tus pies te aplasta.
esa,
la que esperaste,
tan se abre que es un pasmo de luz negra,
te ensordece el silencio,
la decisión del parto,
del llanto,
y quieres quemar las naves antes de embarcarte,
peor,
te espera la ciudad.
la ciudad que aborreces y amas,
así como toda patria extraña al ermitaño,
como todo muerto a su calvario,
a ti raíz del bosque,
la costumbre de la niebla,
te
nubla.
pesadumbre de que la tierra se te escapa,
de los sueños si los suelos son los mismos,
quizá nunca lo sepas,
las estepas que dominas no son reto
y el concreto
que bajo tus pies te aplasta.
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