abandónate al tiempo,
déjate cubrir el rostro de arrugas,
tantas como las cicatrices del cuerpo,
de las que cuentas historias,
en las que habitan histerias,
como las estrella en tu mano,
como la muerte en tu espalda,
!relájate¡
permite que la edad te alcance,
ya eres un adulto y no un muchacho,
de poco sirve explorar los campos,
si la niebla que te nubla
siempre es de ciudad.
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