miércoles, 31 de julio de 2013

Entre Kafka y Hesse

siempre te veo,
eres parte de la rutina,
y la parte linda pues,
donde uno se despierta a bañarse esperanza
para verte con un libro o dos
y bueno qué puede hacer uno
si tu blusa de metalica es la vestimenta,
perfecta.

hay algunos días nefastos,
en que el café está cerrado,
me voy refunfuñando a otro lado
pero,
 no dejas de ser parte de la rutina,
voy a otro café con un afán de esperanza,
de verte y bueno pues solo verte,
suspiraste concentrada y es lindo no existir,
entonces tienes,
 un atisbo de atención al mundo foráneo,
 por un segundo soy suricata,
arqueo las cejas y pongo mi muy más cara interesante,
pero sigo sin existir o existo poco.

refunfuñando de nuevo me despido del café,
es difícil trabajar así.


hoy te vi,
te hablé me hablaste,
hoy sin nada más que nada
tengo tu olor,
con mezcla de olor a libro viejo,
café, sonrisa.

hoy me siento tan niño en secundaria,
tan sonrojado y contento,
tan liviano y al viento,
hoy es tan hoy ésta tarde.








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