cada día es un poema,
si te veo pequeñito
eso es todo,
ese es mi día
eres mi luz, hálito, infinito,
por eso ,la crónica de hoy
es que solo es día cuando te veo.
cuando no te veo Balam solo hay mil grises
y matices de cielo abierto,
de lo que espero para verte.
hoy no fue un día cansado en el trabajo,
pero caminé desfasado,
hasta es dormitar ahogado
estar lejos no estar presente.
te escondiste de mi para asustarme,
llegué tarde y sin reclamos
todo-tu, todo-yo
felicidad.
sé que eres inquieto,
y que no te gusta que encontremos a mi gente
es destacable,
diferente,
que tu involuntariamente me poseas.
es triste que me de tristeza,
que cada día pesas más
y mis brazos se desploman rápido,
pero el temple que me da el no querer que te me caigas,
es la única fuerza viento de contento,
que nos da el abrazo de ser dos.
Mira el cielo Balam,
te pregunto el color de las nubes
y me mientes dices que son blancas,
pero son grises
y sabes,
tu sabes que cuando la lluvia viene
es hora de regresar a casa
algún día correremos bajo la lluvia en llamas,
y haremos lo que hoy anhelas,
pero habrá que tener calma,
para mirarnos como espejo
no hace falta un horizonte,
crecemos felinos de selva y monte,
para ser compañeros de ésta vida.
si te veo pequeñito
eso es todo,
ese es mi día
eres mi luz, hálito, infinito,
por eso ,la crónica de hoy
es que solo es día cuando te veo.
cuando no te veo Balam solo hay mil grises
y matices de cielo abierto,
de lo que espero para verte.
hoy no fue un día cansado en el trabajo,
pero caminé desfasado,
hasta es dormitar ahogado
estar lejos no estar presente.
te escondiste de mi para asustarme,
llegué tarde y sin reclamos
todo-tu, todo-yo
felicidad.
sé que eres inquieto,
y que no te gusta que encontremos a mi gente
es destacable,
diferente,
que tu involuntariamente me poseas.
es triste que me de tristeza,
que cada día pesas más
y mis brazos se desploman rápido,
pero el temple que me da el no querer que te me caigas,
es la única fuerza viento de contento,
que nos da el abrazo de ser dos.
Mira el cielo Balam,
te pregunto el color de las nubes
y me mientes dices que son blancas,
pero son grises
y sabes,
tu sabes que cuando la lluvia viene
es hora de regresar a casa
algún día correremos bajo la lluvia en llamas,
y haremos lo que hoy anhelas,
pero habrá que tener calma,
para mirarnos como espejo
no hace falta un horizonte,
crecemos felinos de selva y monte,
para ser compañeros de ésta vida.
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