hablemos poco,
de lo poco que somos y los que vemos
a la muerte a los ojos.
hice un pacto de esperanza,
de arrogancia, paz y nuevo día,
pero no abuso de esa maldita suerte,
que me recuerda
siempre,
que soy frágil,
inerte.
no puedo evitar la tristeza reflejo,
de ver a esa muerte a los ojos,
tan tiernamente nostálgica
de cumplir su trabajo,
curiosidades,
que en su igualdad no hay justicia,
ni malicia,
solo es y punto.
y punto.
hablemos poco tempestad en calma.
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