me dicen que la vida está hecha de una continuidad de instantes perpetuos.
bueno, pues yo veo esto:
sigo saltando la discontinuidad del tiempo,
que me pisa constante
para nunca aflojar el paso.
salto del café de la mañana, a la cama,
y así a los miro de reojo los parloteos inútiles
de vanagloria y poderío,
de soberbia y el ego frío que se cuela de sus ojos
salto incesantemente en un oasis de sonrisas,
te confesaré que es difícil vivir desencantado,
de la vida que me encanta,
como flauta a cualquier cobra,
de sobra, son motivos de sustento.
hay oasis de recuerdos,
de los que me sostengo todo el día,
te contaré, que el primero menos importante,
es presionar la caratula del auto,
el orden aleatorio,
que como cualquier orden me arrebata,
para manejar rumbo al trabajo.
pero es el menos importante,
el punto primero en importancia,
que espero en certidumbre,
es esa bella sonrisita,
que hace a sus ojos pequeñitos,
para dejarme casi mudo,
y así, pedir como siempre,
un mocachino doble
deslactosado por favor
muchas gracias,
su sonrisa,
es lo que me mantiene en las mañanas
y por supuesto,
me mantiene cafeteado todo el día.
me siento oxidado y torpe,
como cuando pretendo flirtear,
con la chica en recepción,
te diré de nueva cuenta,
que esa risa me hace el día,
la tarde y a veces buena noche,
es difícil no estar prendado a esta vida,
cuando esos instantes te motivan,
simplemente a caminar.
(fragmento)
bueno, pues yo veo esto:
sigo saltando la discontinuidad del tiempo,
que me pisa constante
para nunca aflojar el paso.
salto del café de la mañana, a la cama,
y así a los miro de reojo los parloteos inútiles
de vanagloria y poderío,
de soberbia y el ego frío que se cuela de sus ojos
salto incesantemente en un oasis de sonrisas,
te confesaré que es difícil vivir desencantado,
de la vida que me encanta,
como flauta a cualquier cobra,
de sobra, son motivos de sustento.
hay oasis de recuerdos,
de los que me sostengo todo el día,
te contaré, que el primero menos importante,
es presionar la caratula del auto,
el orden aleatorio,
que como cualquier orden me arrebata,
para manejar rumbo al trabajo.
pero es el menos importante,
el punto primero en importancia,
que espero en certidumbre,
es esa bella sonrisita,
que hace a sus ojos pequeñitos,
para dejarme casi mudo,
y así, pedir como siempre,
un mocachino doble
deslactosado por favor
muchas gracias,
su sonrisa,
es lo que me mantiene en las mañanas
y por supuesto,
me mantiene cafeteado todo el día.
me siento oxidado y torpe,
como cuando pretendo flirtear,
con la chica en recepción,
te diré de nueva cuenta,
que esa risa me hace el día,
la tarde y a veces buena noche,
es difícil no estar prendado a esta vida,
cuando esos instantes te motivan,
simplemente a caminar.
(fragmento)
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