viernes, 25 de mayo de 2012

Fabricar fantasmas

puedo escupir fantasmas,
bebiendo café,
en un tren expreso
al medio día,
puedo exhalarlos,
y suavemente sacarlos por la nariz,

por el vientre,
las branquias,
bajo el agua,
entre gritos ahogados
siempre bajo el agua,
enterrando la cabeza
en sal,
en cal
la misma que quema a los muertos,

puedo,
y negaré que dejaré de hacerlo
negaré que no lo disfruto,
afirmaré que no me duele,
pero los fantasmas,
y el café,
son parte entrañable,
que me tiene
y atiende
cada que Morfeo se va
paso de ser un oneiro
a un café nauta,
y los fantasmas están en todos lados
y no les temo,
no ahora.

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