martes, 20 de marzo de 2012

muertos...

Las olas me trajeron esto del recuerdo: de la botella recien descorchada se derramaba un sorbo al suelo, y se decía " pa los de abajo" un mutis momentáneo daba parte al rito de beber

      solía derramar vino a los olvidados,
que no llevan nombre,
y que no visten carne,
solía, darles la Bacha,
ofrendarme a mi mismo,
como todo el que respeta a los muertos,
beber con ellos,
vivir por ellos...


hoy no he ofrendado a los muertos,
más que la vida,
solo la vida,  corazón
que siempre esgrima
una prosa,
que lleva su canto.

suelo besar la tierra,
y mis hermanos los gusanos
ya no me tocan la piel,

en el barrio me enseñaron,
a respetar a los olvidados,
a los que encierra la tierra,
del mismo camino al que vamos,

hace ya tiempo que no ofrendo a los muertos,
al espíritu
de Curro, pequeño gallo
que se quedó en las vías,
con un par de balas en el pecho,
por chocar hombros,
y acariciar durmientes...


así pues,
cada quien sus vicios
y que se mate a gusto,
 que  ofrende vida a los muertos,
para eso nací,
para acariciar la vida,
no para tocar los templos...


y transitar es bello,

desde hace tiempo abrazo a la muerte
y no la reto,
ni besos sus dulces dientes,
no sé cómo he de morir,
pero bien a bien que moriré luchando,
por mi  causa de injusticia justa,
por mi justa, que no cargará venganza,


" la botella de ron, la bebida y el diablo se llevaron el resto"

así cantaban los piratas,
así no canto yo,
que no vengo del mar,
vengo de la selva
para esconderme
entre el tacto,
arropar el viento
es mi tormento
que en bello cuerpo me tocó nacer...


solo así hablan los dioses,
y soy una lágrima de ámbar,
por qué ya lo dijeron
que los dioses lloran ámbar,
y una estalactita que del pecho
cuelga,
como crisalida
como dragón cayendo,














No hay comentarios:

Publicar un comentario

 me enamoré del río y de la calma, del sudor fresco que destilan mis albañiles, del café, de la fruta, de mis hijos. me enamoré de éstas roc...